// Messi en ojos de Álex de la Iglesia
Novedades - Publicado el 01 de Septiembre de 2015
Muchas veces el cine nos invita vivir situaciones sorprendentes. Esta vez nos acerca dos universos -a priori- dispares. A Álex de la Iglesia le ofrecen filmar un documental sobre Lionel Messi, el cineasta acepta el desafío. Así nace el retrato del crack rosarino en ojos del genial director vasco.
Por Mauro Boggino
Quizás en el poco conocimiento e interés que Álex de la Iglesia profesa por el fútbol radique el éxito del documental, que aporta al repetitivo discurso televisivo del perfil del jugador, una mirada despojada de los vicios del discurso futbolero. Amantes del fútbol, tranquilos. Sería un error suponer que el trabajo descuida la rigurosidad de los datos estrictamente deportivos. Ese aspecto es resuelto con maestría por Jorge Valdano, quien con su singular visión del mundo del fútbol, en su rol de coguionista logra generar un contexto inmejorable para que el director de El día de la bestia (1995), La comunidad (2000) y Las brujas de Zugarramurdi (2013), entre otros filmes destacados, comience a moldear a “su” Messi.
A través de un relato cronológico, el director propone desmenuzar y recrear la manera en que aquel niño nacido en la zona de sur de Rosario se fue formando como jugador de fútbol. Hasta convertirse en Messi.Con escenas rodadas en Barcelona, Buenos Aires y Rosario, el documental reúne el testimonio de las personalidades más destacadas del fútbol mundial (Menotti, Maradona, Mascherano y Cruyff entre muchos otros), de periodistas, amigos, docentes y compañeros de Lionel. Así, recreando una charla sobre fútbol (y Messi) en un bar, Álex de la Iglesia recoge anécdotas y comentarios que dan forma al personaje. De esta manera el director captura un aspecto esencial del mundo del fútbol, la charla en un café. Charla que bien podría haber sucedido en Barcelona, Buenos Aires, Río de Janeiro, Londres, Montevideo o Rosario, por citar solo algunas ciudades que transpiran fútbol.
En su visita a Rosario, Álex de la Iglesia se asombró del lugar que ocupa el fútbol en las calles rosarinas, tanto en su aspecto pintoresco como excesivo. Fascinado con las pintadas callejeras de la ciudad comenzó a moldear su set de filmación en la cuadra de la casa en donde se crió Lionel. En casa de Alejandra, vecina de los Messi, se pintó para el rodaje un mural con los colores de Newell´s, compartiendo la esquina de las calles Primero de mayo y Estado de Israel con un grafiti de Rosario Central. Así comenzó a tomar forma la ambientación que el director imaginó para su película: un constante duelo futbolero en las paredes y la activa participación de los vecinos en el filme.
Fueron días de intenso calor en Rosario mientras se rodaba la película. Algunos vecinos participaron dando sus testimonios, otros como extras en las escenas al aire libre o con sus vehículos, generando en el barrio de la zona sur de la ciudad una atmósfera similar a la de aquellos días en que Lio pateaba su pelota por la calle, yendo de su casa al Club Grandoli.
Un excelente trabajo de archivo (muchos de ellos videos familiares y caseros) y un brillante montaje de escenas ficcionadas nos introducen en el universo de un niño que soñaba con jugar a la pelota. En el club Grandoli y la sede Malvinas Argentinas de Newell´s Old Boys se recrearon los días en que Lionel apilaba rivales con la pelota al pie y aún, en Barcelona, no imaginaban lo que estaba por venir. El rodaje en la ciudad finalizó con escenas en el Cementerio El Salvador y en el Sanatorio Norte. En todos los casos, el despliegue de los equipos de filmación y la presencia del excéntrico director español llamó la atención de los rosarinos y quedó registrado en las crónicas de esos días.
La película que fue estrenada en Río de Janeiro durante el último Mundial de fútbol y participó de la Jornada de los Autores, sección paralela de la Mostra de Venecia, podrá verse por primera vez en Rosario en el marco del Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales.
Nota publicada en la revista del #22FLVR